PARTE 3
En la
historia de la humanidad. La rata fue una de las especies más dañinas, ya que
comían una gran cantidad de caracoles terrestres y dañaban a aquellos que
vivían en los árboles. La situación empeoro con la llegada de cerdos y cabras,
que dañaban o destruían las plantas donde vivían los caracoles lo que ocasionó
que muchos se extinguieran. Pero eso no es todo. Ahora aparecieron caracoles
extranjeros. Estos son caracoles africanos gigantes. Fueron traídos a Hawái
hace un siglo porque algunas personas pensaban que eran deliciosos.
Desafortunadamente caracoles tan grandes tiene buen apetito, luego de poco
tiempo ya se estaban comiendo los jardines de la gente. Así que se decidió
intentar controlarlos introduciendo caracoles asesinos, incluyendo éste de
Florida. Pero nadie se puso a investigar si a los caracoles asesinos les
gustarían los caracoles africanos gigantes o los pequeños hawaianos. De hecho
eligieron a los hawaianos, así comenzó otra serie de extinciones en Hawái. Los
caracoles asesinos se deslizan por las ramas buscando restos de especies
nativas. Los localizan y luego se los comen. Los caracoles asesinos se
desplazan por todo Hawái a una velocidad de 1 km por año, destruyendo a los
caracoles nativos. Podríamos preguntarnos si realmente importa la desaparición
de especies de caracoles nativos en Hawái. Después de todo, no ha habido daños
ecológicos hasta donde sabemos es posible que no nos demos cuenta de ningún
daño en mucho tiempo, pero aunque no se produzca ninguno es triste que nuestros
descendientes hereden un mundo más empobrecido que el que nosotros heredamos.
La introducción de especies extranjeras, lo que hacemos muy seguido u sin pensarlo, es la segunda forma con la cual
dañamos la diversidad de la vida. La tercera, y la más dañina de todas, es la
destrucción de hábitats. Hay un ejemplo claro de los efectos causados por la
destrucción de hábitats en Sudáfrica. Esta es la Ciudad del Cabo. Hay un
pequeño territorio del continente africano que se encuentra rodeado de un
hábitat conocido como fynbos. Es una de las principales comunidades de plantas,
con mayor número de especies, incluso que en la selva tropical del Amazonas en
Sudamérica. Los científicos lo llamen un refugio biológico. Hay aquí más de
5,500 especies de plantas que no existen en ningún otro lugar. Es también un
lugar importante porque algunas de estas plantas sólo abarcan áreas tan
pequeñas, que su población mundial podría caber en la mitad de un campo de
fútbol.
Tristemente
esta peculiaridad es una clara demostración de la destrucción de hábitats. El
40% del área original de Fynbos ha sido
destruida a causa de las actividades humanas como la agricultura y la expansión
de la ciudad. Obviamente, si una planta sólo abarca un área de unos cuantos km2
y esa área es destruida, esa planta se extinguirá. Es algo muy simple, si destruyen el lugar de
una especie, ésta desaparecerá. A eso se le llama destrucción de un hábitat. Y
el daño podría no terminar ahí Otras plantas o animales que habitan esa área o
dependían de aquella planta, también resultarán afectados, aún si su número es
mayor que el del área destruida. Nosotros mismos no somos inmunes a los efectos
de la destrucción de hábitat. Hay un ejemplo sorprendente de cómo puede suceder
esto en EE. UU. Éste es el cañón del
Chaco en el estado de Nuevo México. Es parte de un desierto que abarca cientos
de kilómetros cuadrados. Cuando los primeros europeos llegaron a este lugar a
caballo, hace 35º años encontraron muy poca agua, pocos árboles para encender
fuego o madera para construir casas y la tierra era demasiado estéril. El lugar parecía inhabitable, pero luego
encontraron a este cañón y se encontraron con un paisaje extraordinario. Éste es
el asentamiento de Pueblo Bonito, y es sólo uno de un número de estructuras en
este desierto, construidas hace más de mil años por los indios anasazi. Y
fueron abandonadas 300 años después. Desde que fueron descubiertas nos hemos
hecho las mismas preguntas: ¿Por qué construyeron los anasazi sus ciudades en
un desierto? ¿Y por qué esta civilización fue abandonada 300 años después?
Ahora sabemos las respuestas, las cuales siguen siendo sorprendentes porque son
relevantes para nuestra civilización como lo fueron para los Anasazi hace mil
años. Pueblo Bonito tenía cinco pisos de altura. Era el edificio más alto de
EE.UU. hasta que llegaron los rascacielos a finales del siglo XIX. Cerca de 115,000 vigas de madera se usaron en
estos edificios, que alguna vez estuvieron de pie en el cañón. No sólo nos
preguntamos por que vivían aquí los anasazi, sino cómo. ¿De dónde trajeron los
árboles para construir y obtener combustibles para el fuego? Hay señales aquí
de campos de agricultura y sistemas de riego, pero el agua está por debajo de
la superficie y los anasazi no tenían bombas para sacarla. Fue necesario hacer
largas investigaciones para resolver el misterio del cañón del Chaco, y
sorprendentemente la clave de ello fue un pequeño mamífero: la rata de bosque.
Esta rata es nocturna y muy tímida. Para poder verla usaremos una cámara de
visión nocturna.
Viven en
madrigueras y de noche salen para recoger varas, hojas de pino y lo que puedan
cargar para hacer un montículo encima de su madriguera. Este montículo es donde
hacen del baño. Estos depósitos pueden ser utilizados durante cientos de años
antes de ser abandonados. Con el paso del tiempo, el nitrógeno en el excremento
se cristaliza, se solidifica y puede sobrevivir miles de años en este clima
caliente y7 seco. El excremento fosilizado es como una cápsula del tiempo.
Contiene registros específicos de flora que existía en el tiempo que el
excremento se solidifico. Los científicos han analizado el contenido de 52
fósiles, los cuales cubren un periodo de diez mil años. Y lo que encontraron
fue una revelación. Al disolver el nitrógeno cristalizado y estudiar los restos
de las plantas, se resolvió la historia de una civilización. Descubrieron que
cuando los Anasazi llegaron al cañón del Chaco, el área estaba cubierta de pino
piñonero y pino ponderoso.
Estos árboles
fueron talados para usarse como leña y como materia de construcción Cuando ya
no había árboles en el cañón. Los anasazi abrieron caminos para traer madera de
las montañas a más de 100 km de distancia, pero el daño ya estaba hecho. Este
es uno de los pocos árboles que aún siguen de pie. Parece ser que la destrucción de los árboles
junto con la infinita temporada de sequia causó que los niveles freáticos
descendieran por debajo del sistema de irrigación de los campos 08:42 hasta que
ya no fue posible cultivar. La tierra se convirtió en el desierto que conocemos
ahora y los anasazi se vieron obligados a marcharse. El colapso de esta
civilización es por sí alarmante, sin contar que el cañón del Chaco era un
lugar único. Hay docenas de ejemplos. Hubo colapsos en el Creciente Fértil, en
la Isla de Pascua, en Angkor Wat, en el valle del indio, en el Gran Zimbabue,
en Micenas, Grecia, en el valle del Misisipi, y la lista es larga. La
destrucción de hábitats le está causando más daño a la biodiversidad en el mundo,
que cualquier otra actividad humana. Mientras que la población crezca y
cubramos más áreas de la Tierra con edificios y campos de cultivo,
inevitablemente perderemos más hábitats naturales.
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